Me es indiferente, es
más, hasta me enerva pensar que nuestro gobierno tiene tiempo para esta gran
chorrada de la cual, sin haberla leído, puedo adivinar el tono, la temática y
las conclusiones que se sacan.
Es prácticamente
imposible no dejar entrever nuestras opiniones personales con respecto a este
tema, aunque no me extrañaría que hubiese gente que pensase que las cosas han
mejorado, hablo de nuestro ámbito profesional, yo diría que no ha sido así.
Cuando me decidí a estudiar periodismo fueron muchas las personas que me
aconsejaron que me replantease mi decisión, pero yo soy, lo que una profesora
hace ya bastantes años me dijo medio en broma medio en serio, “una defensora de
los cuellos caídos” en aquel momento no entendí el porqué, pero ahora no
encuentro nada que me defina mejor, así
que aquí estoy, estudiando una carrera con un futuro muy negro pero tan
reconfortante como ella sola.
En realidad, este
informe que el Gobierno de Mariano Rajoy ha presentado, resaltando los logros
comunicativos de su electorado y los grandes fracasos del de Zapatero en este
campo, no es sino otro extenso documento
que no representa la realidad. Siempre pasa lo mismo, nos venden humo, nos
hacen pensar que todo va bien y que la situación está bajo control porque son
ellos quienes dirigen en última instancia el “cotarro”. Voy a poner en este
caso el ejemplo de la educación en Finlandia. En dicho país la educación es
algo realmente importante, al menos se le da la importancia que debe tener, y
por ello son los propios maestros, profesores, rectores y demás los que toman
las decisiones con respecto a la educación de los niños y niñas finlandeses.
Esas decisiones no son cuestionadas por ninguna autoridad, ya que se presupone
que no hay ningún colectivo mejor preparado para esa tarea que las propias
personas que han sido formadas especialmente para ello. Como anécdota me
gustaría finalizar con un dato más que interesante y es que la única generación que sufrió recortes en
educación en Finlandia, es a día de hoy la que se encuentra en paro en este
país. Me parece un gran ejemplo que podríamos copiar de nuestro vecino del
norte al que las cosas, además, no le van nada mal y ya no solo en educación…
¿Somos capaces los periodistas de dirigir nuestra profesión sin necesidad de
que el Gobierno se entremeta? ¿Nos pondríamos de acuerdo para dirigir algo tan
variable como el periodismo en España? ¿Estamos preparados para los cambios
comunicativos que se avecinan?
Mi opinión es que no. Porque si realmente nosotros pensásemos que estamos
capacitados ya habríamos salido a la
calle a luchar por ello hace mucho tiempo. Entonces... ¿Hemos tomado una
actitud cómoda en la que, sin parar de quejarnos, nunca llegamos a hacer nada
profundo por conseguir medios independientes y de libre organización?
Carmen María Navarro López
La libertad hoy en día es todavía una flor en un jarrón en la ventana de la casa de un ministro corrupto. La flor crea la ilusión de que existe el jardín (que sería la libertad pura y real, y no el poder elegir la comida en el súper) y además depende del agüita que este señor desee echarle.
ResponderEliminarLa información hoy en día es una carta de San Valentín: palabras bonitas y potentes, que despiertan sensaciones al lector y que están moldeadas de acuerdo al destinatario... Quien no es ni más ni menos que la moza que echa el agua a la flor del ministro (la sociedad y su contradicción)
La libertad, al fin y al cabo, es también una costumbre. Y, como toda costumbre, para que se convierta en hábito debe haberse repetido por más de veintidós días seguidos...
Pero es nuestra generación la de la nueva Era, yo creo que en ella la "imposibilidad" no es más que una reliquia del pasado...
Un abrazo Carmen, me encanta tu blog!
Marina :*