El último documento que Pedro J. Ramírez firmó como
director de El Mundo me parece simple. No le veo la garra que ha demostrado
durante su mandato. Será, casi con toda seguridad, su forma de “protegerse”
ahora que no dirige uno de los periódicos más influyentes de España, en cierto
modo deja durante todo el texto las puertas abiertas para volver si desde el
medio se le propusiese.
Imagino que
después de 25 años era hora de darle un toque de frescura a la dirección
¿no?(nótese mi ironía)...creo que lo que se busca aquí es alguien más cómodo a
quien no le interesen tanto las “arenas movedizas” por las que últimamente P.J.
Ramírez estaba circulando. Aunque él deja claro que su sucesor, Casimiro
García-Abadillo, tiene un perfil mejorado de sí mismo eso aún está por
demostrar.
Durante su largo paso por El Mundo, su ya ex
director, al que de ahora en adelante me dirigiré como Pedro J., ha tratado de desenmascarar cualquier
acontecimiento, escándalo, casos de corrupción etc que llegasen a sus manos,
daba igual si era algo que perjudicase al PSOE, partido con el cual él no se
sentía ciertamente conectado, o al PP al cual ha machacado fuertemente desde
que Mariano Rajoy es el presidente del mismo. El problema, bajo mi punto de
vista, es que últimamente estaba metido en asuntos Reales, como el caso de
corrupción en el que se imputó a la
Infanta Cristina. A este tipo de cosas me refiero con “arenas movedizas” creo
que su despido está en relación a este tema. Pese a que el periódico tiene una
ideología de derechas, no han dudado en sacar a la luz documentos que pongan en
cuestión a partidos de su misma ideología. Yo lo veo bien puesto que demuestran
cumplir con su objetivo de transparencia y nos permiten satisfacer nuestro
derecho a la información que en tantas muchas ocasiones, se pasa por alto.
Finalmente y dejando a un lado preferencias
políticas, creo que hemos perdido, en el poder, a uno de los pocos periodistas,
de la historia de España, que han tenido valor para defender a su público por
encima de todo y eso es de agradecer. Seguro que muchas personas comenzaron a
dormir mejor cuando se confirmó que Pedro J. “dejaba” la dirección de El Mundo.
Como reflexión final me gustaría añadir algo que he
estado comprobado en estos últimos meses. Ya desde la universidad se nos
advierte de que no tenemos nada que hacer, en esta profesión, si queremos
defender nuestra verdad y por ello debemos ser prudentes…si un medio te da de
comer tendrás que soportar todo lo que ello conlleve, te guste o no. Tener
asumido que la libertad de expresión en España es algo relativo me produce una
sensación entre asco y tristeza.
Carmen María Navarro López