El tema de esta semana nos afecta a todos, incluso aunque no estudiéis periodismo o no seáis periodistas es de interés común. Si los cambios que se prevén sobre el posible pago de los periódicos en su versión digital os interesan, no dejéis de leer mi opinión sobre ellos.
Bajo mi punto de vista los cambios que se avecinan
en la prensa son bastante importantes. Creo que los periódicos impresos, tal y
como comenté justo en mi redacción anterior, van a ir desapareciendo poco a
poco. Ahora mismo está en el aire el futuro de estas empresas. Se ofrecen
varias posibilidades, como ya sabemos los periódicos impresos llevan varios
años “regalando” su trabajo, quiero decir, llevan ya un tiempo (desde la
aparición de internet) dando la posibilidad de que sus lectores lean de forma
gratuita las noticias por las que tendrían que estar pagando si solo hubiesen
periódicos impresos. Desarraigar esta costumbre en los lectores de las
versiones digitales va a ser tarea harto difícil. Sería como quitarle a un niño
un caramelo que lleva saboreando durante mucho tiempo de forma gratuita.
Aún así me parece realmente interesante la cuestión
de si los lectores pagarán por acceder a esa información, yo creo que sí, que como dijo el Financial
Times “cuando las personas realmente quieren o necesitan algo, pagan por
ello”. El principal problema creo que sería convencer a esos lectores de que la
información por la que van a pagar es la versión mejorada y extendida de la que
tenían gratis o de la que puedan encontrar (cuando ya se pague por los
principales periódicos) en otras páginas no demasiado recomendables. Desde
luego cada uno decide en quién confiar para informarse y la mayoría de veces la
elección está reñida entre los tres o cuatro periódicos principales, por lo que
si los lectores no se fían de pagar por internet (hay que entender que aún hay
muchas personas que desconfían de internet a la hora de realizar compras etc)
se decidirán a pagar el periódico impreso, de manera que privatizar el acceso a
la información por internet solo puede dar lugar a beneficios en las empresas
periodísticas, que es al fin y al cabo, lo que necesitan.
Para finalizar
me gustaría resaltar ese egocentrismo de los países desarrollados y de esos
visionarios cuando ven el final de la prensa cerca(pensando únicamente en ellos
mismos) y sin embargo no hablan de los grandes avances que ésta tiene en los
países subdesarrollados (y olvidados en
la mayoría de los casos). También es curioso como los grandes empresarios de la
televisión han sabido sacarle partido a ese descenso de la audiencia. Me parece
bastante surrealista y sin embargo consiguen grandes sumas de dinero gracias a
esa publicidad que de forma irónica ve, en un medio que pierde audiencia por
momentos, la mejor manera de promocionarse.
Carmen María Navarro López
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