Quería felicitaros este año de una manera especial, y qué mejor forma de hacerlo que delante de la cámara que es donde mejor me lo paso. Espero que este año que entra supere con creces lo bueno que ha sido el 2014 y sino, al menos que no nos falte nunca lo más importante, que para mi es la salud y el amor en todas sus variantes. ¡FELICES FIESTAS A TODOS! Nos vemos a la vuelta...
Manuel Molina Padilla es un jienense al que
podríamos considerar de la tierra. Este joven de 25 años se trasladó a Murcia
para empezar sus estudios en fisioterapia y, en contra del pensamiento
generalizado, él sí ha conseguido un trabajo en plena, agárrense que ahora viene la palabra más temida de los
últimos años, crisis.
Manuel ha encontrado el equilibrio en su profesión
de la forma más inesperada. Si bien no podríamos afirmar que es fisioterapeuta
por pura vocación, sí podemos señalar que su profesión se ha convertido en una pasión para él. Buscar
una carrera, y elegirla en función de las salidas que tenga, es una apuesta
arriesgada. Puede condenarte a vivir toda la vida en algo que te amarga o por
el contrario, en algo que de repente se hace vital para ti. Esto último es
precisamente el caso de mi tercer entrevistado, alguien quien además nos aconseja
a los estudiantes cuidar nuestra higiene postural. ¿Quieres saber qué más
consejos nos deja Manu? Dale al Play y disfruta de la entrevista completa.
Paz Meca, mi segunda invitada a este proyecto de entrevistas para el blog, bien podría ser una participante de nuestro “Murcianos por el mundo”, si es que volviese a rodarse algún día.
Ella, que finalizó la carrera de enfermería en la Universidad Pública de Murcia hace apenas unos meses, se ha convertido en un ejemplo, más que representativo, de la situación laboral española. Su historia es, como poco, emocionante a la par que alarmante. Por un lado, conmueve ver que no hay barreras ni fronteras en las nuevas generaciones. Que sigue intacta, para muchos jóvenes, la intención de conocer mundo y otras culturas. Esta actitud de ganas de vivir, y de hacerlo con la curiosidad e ilusión de un niño, es muy enriquecedora; ya no solo para aquellos que como Paz deciden ir a trabajar fuera de España, sino para la sociedad en general.
Por otro lado, también hemos de reconocer que se vuelve a caer en el problema de la situación laboral. Jóvenes y más jóvenes que estudian en una universidad pública, la misma que cuesta tanto mantener. Que están bien formados, y que acaban poniendo en práctica esos conocimientos fuera de España. Bajo mi punto de vista, todos los que buscan un futuro más allá de nuestras fronteras están en su derecho de hacerlo, es decir de disfrutar fuera de las oportunidades que no hay dentro. Quizá, algún día, decidan volver y aportar la experiencia ganada en el extranjero, entonces, habrá que recibirles con alegría ¿Por qué? Porque esos jóvenes volverán para enriquecer este país, el mismo que no supo darles un lugar en su momento, y que ahora debería recibirlos con los brazos abiertos. Ellos traerán el cambio, traerán sabiduría y traerán lo que más falta en España en estos momentos, ganas de hacer bien las cosas.
Paz es solo un caso, un caso con gracia murciana, que disfruta de su situación porque así lo ha elegido ella. Su intención es quedarse en Leicester, Inglaterra, durante dos años. Quiere aprovechar su contrato de fija y coger experiencia en el quirófano de urgencias, una posibilidad poco probable si hubiese decidido quedarse en Murcia. Aún así, como suele decirse por estas fechas, ella “vuelve a casa por Navidad” y estará aquí, celebrando las fiestas, durante una larga semana de vacaciones.