¡Hola a todos!
Me gustaría dedicar mi primera entrada de este 2014
a un tema que desde hace unos años me planteo
y que, espero saber en un futuro no muy lejano.
Desde que era pequeña he tenido una visión positiva
de la familia real en general, nunca me llegué a plantear si realmente era
necesaria o no. Con el paso de los años y ciertas meteduras de patas de alguno
de sus miembros me plantee si España necesita, a día de hoy, mantener una
familia real.
La historia nos demuestra que, tras la dictadura de
Franco, la opción de una monarquía era la más esperanzadora para un país que
estaba hundido y atrasado en numerosos aspectos con respecto al resto de
Europa. El rey Juan Carlos, junto la reina Sofía dieron esperanzas. España
quería salir y los estrenados monarcas estaban dispuestos a liberar a nuestro
país del lastre de la dictadura. El comienzo de una nueva historia para España
se palpaba en el ambiente, sería el inicio de esa larga carrera que los
españoles seguimos corriendo para ponernos al día. Hasta aquí mi posición es
clara, la familia real fue un elemento positivo que permitió a España avanzar,
con un paso lento pero firme y gracias él hoy en día somos considerados como un
“país desarrollado”. Permítanme el lujo de entrecomillarlo, soy consciente de
las ventajas que he tenido por haber nacido en la España del siglo XX, pero de
ahí a llamar desarrollado a cualquier país que tiene por bandera la corrupción y el machismo, hoy en día, me parece deshonesto. Ante todo, quiero dejar
claro que no pretendo ofender a nadie con esas dos palabras que acabo de
utilizar para definir España. España es mucho más y por ello los españoles
debemos exigir mejorías que aún, tras años de democracia no tenemos.
Por otro lado, la infanta Cristina se encuentra ahora
mismo imputada en el caso Nóos, me parece justo que no recurra a la sentencia
si no tiene nada que ocultar y si por el contrario sí que lo tiene, que al
menos se pase cuanto antes, pero ¿Qué pensamos nosotros? ¿Qué imagen está dando
nuestra familia real? En los últimos años no hemos estado exentos de salidas de
tono, desde el propio rey Juan Carlos y su conocida disculpa por cazar
elefantes en África, hasta la imputación de Iñaki Urdargarin por el mismo caso
que la Infanta. No creo que los españoles nos merezcamos tales faltas de
respeto, porque si una cosa hemos aprendido de la crisis es que a nuestro
sistema económico le hace falta un buen reajuste a fin de estar preparados para
el futuro. Solo espero que esto no se nos olvide cuando vengan los años de
bonanza, que volverán, de eso podemos estar seguros. Y para entonces
¿seguiremos necesitando una familia real en la que apoyarnos y en la que
confiar? Lo dudo, según un barómetro del CIS la monarquía suspende por segundo
año consecutivo. Un 3,6 sobre 10 es, tras 2.482 entrevistas, la nota que los
españoles le ponen en cuestión de confianza a la familia real.
Para finalizar, me gustaría pensar que una república
es la solución, pero no dejaríamos de estar gobernados por políticos. Este tema
me gustaría comentarlo otro día, porque da para mucho y tampoco lo veo una
solución factible, a menos que esos políticos estuviesen dispuestos a gobernar
España con total transparencia. Creo
que necesitamos un líder carismático que devuelva la confianza en los políticos
que sin necesidad de ninguna encuesta
puedo asegurar que está más que perdida.
Entonces ¿Nos hace falta otro cambio como el que se
vivió el 22 de noviembre de 1975 para avanzar más?
Carmen María Navarro López