miércoles, 27 de noviembre de 2013

El futuro en el aire

El tema de esta semana nos afecta a todos, incluso aunque no estudiéis periodismo o no seáis periodistas es de interés común. Si los cambios que se prevén sobre el posible pago de los periódicos en su versión digital os interesan, no dejéis de leer mi opinión sobre ellos.
Bajo mi punto de vista los cambios que se avecinan en la prensa son bastante importantes. Creo que los periódicos impresos, tal y como comenté justo en mi redacción anterior, van a ir desapareciendo poco a poco. Ahora mismo está en el aire el futuro de estas empresas. Se ofrecen varias posibilidades, como ya sabemos los periódicos impresos llevan varios años “regalando” su trabajo, quiero decir, llevan ya un tiempo (desde la aparición de internet) dando la posibilidad de que sus lectores lean de forma gratuita las noticias por las que tendrían que estar pagando si solo hubiesen periódicos impresos. Desarraigar esta costumbre en los lectores de las versiones digitales va a ser tarea harto difícil. Sería como quitarle a un niño un caramelo que lleva saboreando durante mucho tiempo de forma gratuita.
Aún así me parece realmente interesante la cuestión de si los lectores pagarán por acceder a esa información, yo creo que sí, que como dijo el Financial Times “cuando las personas realmente quieren o necesitan algo, pagan por ello”. El principal problema creo que sería convencer a esos lectores de que la información por la que van a pagar es la versión mejorada y extendida de la que tenían gratis o de la que puedan encontrar (cuando ya se pague por los principales periódicos) en otras páginas no demasiado recomendables. Desde luego cada uno decide en quién confiar para informarse y la mayoría de veces la elección está reñida entre los tres o cuatro periódicos principales, por lo que si los lectores no se fían de pagar por internet (hay que entender que aún hay muchas personas que desconfían de internet a la hora de realizar compras etc) se decidirán a pagar el periódico impreso, de manera que privatizar el acceso a la información por internet solo puede dar lugar a beneficios en las empresas periodísticas, que es al fin y al cabo, lo que necesitan.


Para finalizar me gustaría resaltar ese egocentrismo de los países desarrollados y de esos visionarios cuando ven el final de la prensa cerca(pensando únicamente en ellos mismos) y sin embargo no hablan de los grandes avances que ésta tiene en los países subdesarrollados (y olvidados  en la mayoría de los casos). También es curioso como los grandes empresarios de la televisión han sabido sacarle partido a ese descenso de la audiencia. Me parece bastante surrealista y sin embargo consiguen grandes sumas de dinero gracias a esa publicidad que de forma irónica ve, en un medio que pierde audiencia por momentos, la mejor manera de promocionarse.

Carmen María Navarro López

miércoles, 20 de noviembre de 2013

“Renovarse o morir”



 
 En esta ocasión os presento mi opinión sobre el reciente cambio en el periódico El Mundo, como ya muchos sabréis, deja atrás su estapa de periódico que mantiene una web para ser un medio digital que mantiende un periódico impreso. ¿Creéis que este cambio será positivo? Mi opinión es toda vuestra.

Yo sí creo que esta propuesta va a funcionar en el periódico El Mundo y creo que el resto de empresas periodísticas deberían empezar a planteárselo. Si pienso así es porque veo como las nuevas generaciones, entre las que yo me encuentro, estamos optando por los soportes digitales en vez de los convencionales. Esto no significa que el fin de los periódicos impresos esté a la vuelta de la esquina ni mucho menos, creo que el cambio ha de ser algo progresivo. No podemos pretender que las personas que llevan toda la vida consumiendo información en un medio convencional, como es un periódico, se actualicen de inmediato.
Yo también creo, como Pedro J. Ramírez, que la digitalización es la única solución para salvar de la crisis a los periódicos y es que ya lo dice el refrán “renovarse o morir”. Es por ello que pienso que una de las cualidades del periodista es la de ser flexible y tener la capacidad de poder adaptarse a los cambios es completamente necesaria en estos casos. De ahí mi firmeza al afirmar que el resto de periódicos harán los mismo tarde o temprano, no les va a quedar otra alternativa si quieren mantenerse a flote, de ellos depende movilizarse ahora o estirar la cuerda un poco más.
Como sabemos los soportes digitales conllevan menos gastos económicos (propios de la impresión, distribución etc.) y además  se facilita la distribución de la información rompiendo las barreras del espacio y del tiempo. Como consecuencia, obtenemos una información más actualizada. Esto en principio es una gran ventaja pero hay que llevar cuidado; me refiero al “ruido” (como lo denomina Ramírez) que hay en las redes sociales  y que no debemos confundir con periodismo, nunca debemos perder nuestra actitud crítica en este tipo de situaciones ya que nos podría llevar a confusiones innecesarias con respecto a las informaciones circulantes en la red. 
Para finalizar: ¿Volverá el periodismo a tener una edad de oro? No es algo que yo pueda responder sin al menos dedicarle unos minutos para pensarlo y mi conclusión es que esa edad de oro depende única y exclusivamente de los periodistas. Es decir, hasta ahora hemos sido un oficio poco valorado por los demás y no suficientemente valorado por nosotros mismo y mientras eso no cambie no vamos a conseguir tal esperado periodo de esplendor. Es denigrante que no existan aún colegios oficiales de periodistas con regulaciones igualitarias para toda España (sé que algunas comunidades sí que existen, pero no a nivel nacional) y mientras siga siendo así seguiremos siendo becarios con 30 años, las mujeres seguiremos cobrando menos en los mismos cargos y la gente seguirá pensando que sacarse la carrera de periodismo es una especie de pasatiempo o complemento a otras carreras, incluso que cualquiera vale para ello.
 

Carmen María Navarro López

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Bravo por los corresponsales

Disculpad el retraso de esta entrada, como dije cada miércoles subiría una pero es posible que a veces haga cambios, suba dos muy seguidas o este alguna semana sin subir nada ( ajustes de horarios estudiantiles)
El tema de esta semana realmente me apasiona...los periodistas, quien sabe..también pueden ser héroes.

Con respecto a que si ser un corresponsal de guerra es una profesión atractiva o suicida podría escribir cientos de cosas a favor y en contra.
Para empezar considero que para ser algo tan admirable como corresponsal de guerra se tiene que nacer. Creo que la persona que desempeña ese cargo ha de ser alguien que desde pequeño se muestre valiente y curioso como poco. Desde luego es un trabajo para el cual hay que tener mucha confianza en sí mismo y no darle demasiada importancia al miedo pero para nada es una profesión suicida. Para mi suicida sería algo que me amargase la existencia todos los días de mi vida y sin embargo me tuviese que entregar de lleno a ello, eso sí sería un suicidio o aún peor una tortura diaria; pero… ¿un trabajo que apasiona? Aunque te juegues la vida en él, no es bajo mi punto de vista algo suicida.
Como comenzaba diciendo ésta es una profesión que no está exenta de contras, no es lo mismo ser un periodista normal que ser un corresponsal de guerra, en este último caso es probable que se tenga que renunciar a cosas tales como la familia que en según qué momentos de tu vida puede pesar más que el trabajo para el que has nacido. Por ello mismo digo que aquel que lo ejerce es con toda seguridad alguien que ama su trabajo y es además valiente, sabe perfectamente que tiene que dar lo mejor de sí para tal y como quería Miguel Gil ser una especie de `abogado´ de todos aquellos que los están pasando mal y necesitan que su historia sea contada pues anhelan una solución inmediata. Otro punto difícil con el que tratar es el hecho de estar filmando o entrevistando a personas, que viven un auténtico calvario, sabiendo que tú vas a recibir una cantidad de dinero por ello. ¿Es esto aprovecharse de las desgracias de los demás? Supongo que es una de las tantas preguntas que se te vienen a la cabeza estando es un país seguramente desconocido con gente, la mayoría de veces, ajena a ti. Por ello no debemos dejarnos llevar por este tipo de preguntas, creo que lo más importante es estar al doscientos por cien seguros de que tu trabajo es necesario y de que sus historias necesitan ser contadas.

Finalmente solo tengo que decir una cosa: Bravo por los corresponsales de guerra, son algo de lo que estar orgulloso en esta profesión que tantas veces se ve manchada por testimonios de extraños seres que dicen ejercer el `periodismo´.

Carmen María Navarro López


 

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